Si tu Cricut todavía está en la caja… este post es para ti
- Sincerely Barbie

- Oct 17
- 3 min read
¿Todavía no usas tu Cricut? No estás sola. 💕 Aquí te cuento cómo vencer el miedo, empezar a crear con confianza y volver a enamorarte del proceso creativo.

Ayer publiqué un reel mostrando mi nueva Cricut Maker 4 y mis mensajes se convirtieron en una especie de confesionario creativo. 😅 Aparentemente, medio mundo crafty tiene una Cricut que todavía está en la caja… ¡y algunas incluso tienen dos o tres! Una seguidora me escribió: “La mía lleva más de un año guardada… me intimida un poco usarla.”
Y sinceramente, la entiendo. Porque incluso siendo diseñadora y trabajando todos los días para usuarias de Cricut, yo también he sentido ese mismo miedo antes de empezar algo nuevo. Esa mezcla de ¿y si lo arruino? y ¿por dónde empiezo? Pero te voy a decir la verdad que nadie dice: El miedo no se va antes de empezar. Se va cuando empiezas.
1. No es tu culpa si te da miedo
Las Cricut parecen pequeños robots del futuro. Hacen ruidos, parpadean, piden “materiales” y de repente sentimos que necesitamos un título en ingeniería para hacer una simple taza.
Pero cuando la sacas de la caja, te das cuenta de que en realidad es tu nueva mejor amiga creativa. Solo necesita un poco de atención (y tal vez un nombre 😜).
2. No esperes a “aprenderlo todo” para empezar
Esto lo veo muchísimo entre mujeres creativas: queremos sentirnos listas antes de dar el primer paso. Pero ese momento “listo” nunca llega.
Así que, en lugar de ver cien videos de YouTube, elige un proyecto pequeño.
Una etiqueta para tu frasco de café.
Un sticker para tu laptop.
Tu nombre en un vaso.
Hazlo, aunque salga torcido. Vas a aprender haciendo, no esperando.
3. Cricut Design Space es tu zona segura
No tienes que diseñar desde cero. La app está llena de diseños listos para cortar, imprimir o personalizar. Incluso puedes subir tus propios SVGs/PNGs (como los míos de Sincerely Barbie 😉).
Empieza explorando, no buscando perfección. Haz clic, prueba, equivócate. Así es como se aprende.
4. Crea antes de compararte
Seguramente sigues a creadoras que hacen proyectos increíbles y piensas “yo nunca podría hacer eso”. Pero adivina qué: ellas también empezaron con cortes chuecos y vinilos pegados en los dedos.
La magia no está en la perfección, está en el impulso.
5. Usa lo que tienes, no lo que quisieras tener
No necesitas tener todas las cuchillas, mats y materiales de lujo desde el día uno. Empieza con lo que viene en la caja. Después puedes mejorar tus herramientas. Pero el material más caro que puedes desperdiciar es tu potencial sin usar.
Cuando haces tu primer proyecto, algo cambia.
De pronto, la Cricut deja de ser ese robot intimidante y se convierte en tu cómplice creativa.
Empiezas a pensar: ¿qué más puedo hacer? Etiquetas para la despensa, stickers para tu agenda, regalitos personalizados para tus amigas… y quién sabe, quizás hasta productos para tu primera tienda en Etsy.
Ahí es donde empieza la verdadera libertad: en el momento en que te atreves, experimentas, te ríes de tus “errores” y descubres que eres capaz de mucho más de lo que pensabas.
Así que si tu Cricut todavía está en la caja, tal vez hoy sea el día para sacarla.
Hazte un cafecito, pon tu playlist favorita y simplemente empieza. Un corte. Un proyecto. Un momento valiente.
Tu creatividad merece ver la luz, no quedarse guardada en cartón.
Gracias por compartir este cafecito conmigo ☕
Si quieres dar el siguiente paso, lee mi post “Cómo Empezar Tu Negocio de Productos Hechos a Mano" es la guía perfecta para quienes quieren transformar sus creaciones en algo más grande.
Y por si todavía no tienes una Cricut pero te sientes inspirada después de leer esto, puedes ver la misma que yo uso — la Cricut Maker 4 — en mi Amazon Storefront. Es rosa, hermosa y oficialmente mi nueva mejor amiga creativa. 💖
Sincerely,
Barbie ☕
Sincerely Barbie Designs
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